Tener una mascota es un privilegio y debería resultar en una relación de beneficio mutuo. Los beneficios de tener una mascota son muchos, pero no se puede olvidar que también conllevan responsabilidades, por ello debes estudiarlas cuidadosamente y solo si estás 100% dispuesto a cumplirlas, estarás listo para recibir a un nuevo miembro de la familia. Éstas incluyen:
Cuidado de por vida de la mascota. Esto significa comprometerse con la relación durante toda la vida de tu mascota.
Seleccionar una mascota que se adapte a tu hogar y estilo de vida y evitar decisiones impulsivas.
Reconocer que tener una mascota requiere una inversión de tiempo y dinero.
Mantener solo el tipo y la cantidad de mascotas para las que puedas proporcionar un entorno adecuado y seguro. Esto incluye comida, agua, refugio, atención médica y compañía.
Los animales que pasan largos períodos de tiempo al aire libre necesitan hábitats que protejan su salud, seguridad y bienestar. El confinamiento al aire libre de un animal debe incluir disposiciones para minimizar la angustia o la incomodidad del animal y asegurar el acceso a alimentos, agua y refugio adecuados para las condiciones climáticas extremas.
Asegurarse de que las mascotas estén debidamente identificadas (es decir, collares, microchips o tatuajes) y que su información de registro en las bases de datos asociadas se mantenga actualizada
Ayudar a controlar la sobrepoblación controlando la reproducción de tu(s) mascota(s) a través de la cría controlada, la contención o esterilización. Establecer y mantener una relación veterinario-cliente-paciente.
Brindar atención médica preventiva (por ejemplo, vacunas, control de parásitos) y terapéutica durante la vida de tu mascota en consulta con su veterinario y según lo recomiende.
Socialización y adiestramiento adecuado para facilitar su bienestar y el bienestar de otros animales y personas.
Evitar que tus mascotas afecten negativamente a otras personas, animales y el medio ambiente. Esto incluye la eliminación adecuada de desechos, el control del ruido y no permitir que las mascotas se extravíen o se vuelvan salvajes.
Proporcionar ejercicio y estimulación mental adecuados a la edad, raza y estado de salud de tu mascota.
Incluye a tus mascotas en tu planificación para una emergencia o desastre, incluido el montaje de un kit de evacuación.
Hacer arreglos para el cuidado de tu mascota cuando o si no puedes hacerlo.
Reconocer el deterioro en la calidad de vida de tu mascota y tomar decisiones en consulta con su veterinario con respecto a la atención adecuada al final de la vida (por ejemplo, cuidados paliativos, hospicio, eutanasia).