Se viene la primavera y el mejor clima trae consigo la temporada de juntas y asados (sobre esto, es recomendable que si tu perro no está acostumbrado a consumir carnes rojas, mejor mantenlo de esa forma, ya que pueden ocasionar fuertes cuadros de colitis que podrían llegar a ser graves) aunque sabemos que es muy difícil resistirse a esos ojitos que te piden un poco de tu comida y si bien, es posible que técnicamente no se considere que sea dañina para su salud, poco a poco esta va causando efectos secundarios adversos, físicos, conductuales y sociales.
De comportamiento:
Cuando comenzamos a alimentarlos desde nuestro plato o en cualquier lugar que no sea en su propio plato de comida, o comida que no sea su comida para perros, comenzamos a introducir malos hábitos que pueden ser difíciles de romper.
Comenzará a pedir comida mientras comemos o cocinamos. Se quejarán, se sentarán y mirarán, saltarán, correrán o cualquier cosa para llamar tu atención con la esperanza de que dejes caer un delicioso bocado de comida. Romper este comportamiento puede ser extremadamente difícil y llevar mucho tiempo; es mejor nunca comenzarlo en primer lugar.
Problemas de salud:
No solo estamos predisponiendo a nuestras mascotas para que se porten mal, sino que estamos introduciendo la posibilidad de que coman alimentos tóxicos, así como un aumento de las calorías diarias.
Los perros que solo comen comida para perros tienden a tener mejores puntajes de condición corporal y tienen un peso más apropiado para su tamaño, edad y/o raza. Aquellos que se mantienen en un peso óptimo tienen menos probabilidades de tener problemas de articulaciones, huesos, ligamentos o movilidad, así como enfermedades cardíacas, problemas respiratorios, disminución de la función hepática, entre otros. Al igual que los humanos, mantener un peso saludable ayuda a garantizar la salud general y la longevidad de un perro.
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